Desordenar la cabeza

Desordenar la cabeza

Buscando una respuesta.

El deseo que te llama

La sed que no se sacia.

Las palabras que me faltan

Los silencios que desgarran.

El lamento que emana

De los poros de la máquina,

Las teclas que me gritan

Las palabras que suscitan.

El secreto anónimo

De los ojos de un pseudónimo,

Los  silencios ruidosos

De un mudo chismoso. 

La cabeza asomada por la ventana

La cabeza asomada por la ventana

Evitando que el humo se salga,

Que las fuerzas se vayan y

Las ganas que hacen falta.

 

El teclado se ha vuelto sensible y

La música ruidosa.

Las imágenes son pobres

Y el verso llora.

 

La mirada emplazada en la TV

Los ojos que olvidaron ver.

La soledad virtual,

Me aleja de la humanidad.

 

Me sigo disolviendo por el viento

Como átomos en el tiempo,

Energía liberada por la hendidura

Que separa el cuerpo y el alma.

¿Hay alguien afuera?

¿Hay alguien afuera?... ¿me escuchan?... ¿me ven?... alguien allá ¿me puede entender? Adelante… saborea mi carne, rózame la piel. Que si no me sientes me voy a desvanecer, que si no escribo me voy a desaparecer. Asiente y dime que me entiendes, que me comprendes más allá de la gente. Acaricia mi sien, haz que se eleven mis pies. Abrázame por la espalda como una manta, abriga mi carne desolada. Exhala en mi nariz, quiero respirar el aliento que hay en ti. Bésame los ojos, que tus babas se confundan con mis lágrimas. Péiname las pestañas con tu lengua sagrada, imprime tus dienten en mis cachetes. Dame respiración boca a boca como succionando el alma que me acongoja. Eres el mar y yo la sal, me voy a diluir cuando te pueda tocar.

Creo que me observan por la espalda, que detrás de cada pared está aquella mirada. Te siento como un susurro en mi cerebro, como un zumbido por mi cuerpo. Quiero saber si estás detrás, Eurídice de mi flecha recta, quiero que me sigas hasta que la parábola se estrelle contra la tierra. El laberinto se mueve conmigo, cada paso está programado de la formula soy el resultado. Viviendo se pierde la vida, la muerte es el instante de dicha. Se prolonga la existencia aferrados a ella, como un cadáver que se alimenta de sus sesos yo escarbo la miseria de mi cuerpo, buscando en mis adentros. Indefenso me arranco la piedra que tengo incrustada en el pecho, la arrojo al poso del infierno para que se derrita mis sentimientos. Agonizando me quedo sin aliento, con la herida abierta que se desgarra en silencio. Antes de exhalar el final, cenizas volcánicas me hacen toser hasta vomitar. 

Si conociera a maría la amaría, por ella moriría, por ella reiría, por ella lloraría, por ella perdería la vida.  

De arriba para abajo

De arriba para abajo

Me la paso viajando,

Sin salir del cuarto

Desde lo más alto,

Dejo que brote mi llanto

Por el frio asfalto

 

Mi ser que se disipa por el espacio,

Del tiempo que ando errando,

Siempre solitario, nunca acompañado.

 

Tras las ventanas de la existencia,

Veo miradas que me acechan  

Y paredes que se enteran de mis penas.

 

En la puerta de salida

Espero a que entre la vida

Y salga la desdicha,

Huésped de la habitación más íntima. 

Regreso

Regreso…cada vez más pálido y esquelético. Con los sueños en desvelo y un semblante de entierro. Con las manos vacías y las uñas largas y carcomidas. Con las rodillas quebradas de arrastrarme por las tierras más áridas. Con la lengua seca de tanto tomar agua reseca. Con los dientes amarillos del cigarrillo que siempre brilla conmigo.

Regreso…pero se siente como si nunca me hubiera ido. El viento aún está en contra de nuestro camino. La ruta se nos ha perdido por el sendero del olvido. El sol brilla, pero no ilumina nuestro camino. Ya hace mucho que andamos perdidos, deambulando sin destino, juntando frases para no colapsar en delirio. Cantando a grito herido, aullando como un perro abandonado, añorando un hueso y un trasero para olisquear de nuevo… ¡Abandono! En un aire desolado, aquí ya nadie ha respirado, los pulmones cansados por ese triste cigarro…pero, tengo que besar algo, necesito sobrevivir al desamparo, abrigo solitario dame un abrazo ¿de dónde he regresado?

Regreso…las montañas parecen de fuego, me adentro en el infierno. Los muertos me miran en silencio, parece como si hubiera venido de lejos. Ahora todo se revela eterno, los mismos errores viejos, el tiempo siempre añejo. El reloj se detuvo para mi regreso, las manecillas retornan de nuevo. Me hago viejo, pero mi corazón no conoce la edad de los muertos, late con desenfreno, ansioso de volver al juego, quiere reír de nuevo. Espera su retorno, como un niño ansioso espera a que llegue la hora de su reposo. Quiere rehacer en sus sueños al mundo negro; pintarlo del color de sus ojos y reparar los cristales rotos.

Regreso…buscando su mirada en la distancia, sus pestañas me guían a su pupila oceánica. Quiero volver a sus ojos, beber del blanco de su cornea, vivir en la sombra de sus ojeras hondas. Que se funda mi sombra con su sombra, que en la oscuridad seamos una sola persona. He palpado tantos paisajes de reojo pero ninguno como sus ojos, sus pestañas enredan mis sueños zonzos. Cansado de despertarme solo y recoger los trozos. Me levanto en una nube negra que con urgencia se aproxima a la tierra.

Regreso… Y todo parece quieto en un mutismo de miedo. Los libros no se han leído y ya nadie escribió lo dicho. Una grabación del mismo capítulo, un episodio repetido. La misma despedida en una calle sin salida. Un hola y un adiós, una puerta que jamás se abrió. Regresaras antes que salga el sol, el primer rayo me lo anuncio. Me cortaron la energía dizque porque tú no volvías, que una vida tan oscura como la mía, ni las estrellas la iluminan.     

Regreso…Y me detengo, a observar el camino que pierdo. Un destino que se quiebra en la neblina, unas huellas que no caminan. Me abro trocha en la oscuridad y un farol de marihuana me ayuda a andar. Una brisa nocturna apaga el último cerillo de la caja, se apagó la última llama de mi alma. Ya no hay diferencia en tener los ojos cerrados o abiertos, aquí todo se tiño de negro. Mi amor se encuentra lejos como la luz que nunca veo. Estrella de oriente, ¿cuánto tengo que esperar a que llegues? Yo vengo de donde tú vienes, cuándo podré verte, te has perdido entre la gente.

Regreso…Un retorno eterno, me persigo la cola como una serpiente sinuosa. Dejo un rastro de escamas y cenizas de mi alma. Llego al cielo aunque no tenga alas, me agarro del humo que me salva. Respiro porque aún fumo un cigarrillo, fiel amigo que no consuela el frio, pero que arde en mi verso maldito. Vuelvo a decir lo mismo pero al revés, y todo se lee como la primera vez. Me aprendo mi papel, desconozco quién es aquel. Por vez primera escucho mi voz sincera, crepita mi corazón que se quema. Hojas en blanco que arden en la hoguera, mis ideas se funden en la leña. Pavesa de un espíritu que se queja, por las cenizas la lluvia se vuelve negra.

Regreso…de día o de noche, que el tiempo ya no tiene reproches. Vuelvo como si nunca me hubiera ido, a la silla donde me marchito. Tú no regresaras, ya está dicho, pero mis sueños aún sueñan contigo. Regresa…te lo pido, que yo he vuelto para irme contigo. ¡Que no quieres venir conmigo! PFFF!! Entonces me regreso por donde he venido.                         

Yo veo parásitos

(CUT-UP)

Yo veo parásitos

Parásitos con nombres extrañísimos.

Han olvidado que son parásitos

Y se creen obispos, chamanes, gurús,

Taitas y profetas, ¿profetas?

Yo veo parásitos

Y se creen artistas, poetas, músicos,

Escultores e iniciados, ¿iniciados?

Pero yo veo parásitos

¿Cómo pueden creerse iniciados los parásitos?

Filósofos, arquitectos, académicos,

Políticos y revolucionarios, ¿revolucionarios?

La verdad yo veo parásitos

¿Nadie ve parásitos? 

Nadie, al parecer, recuerda que es un parasito.

¿Seré yo el último parasito?

¿Los parásitos están vivos?

¡Vivos! se creen vivos.

Putas, Drogadictos, Psicóticos,

Paranoicos y esquizofrénicos ¿esquizofrénicos?

Pero… Si yo solo veo parásitos.

Cristianos, comunistas, judíos, capitalistas

Ecologistas, economistas, ambientalistas, industrialistas,

Satánicos, vandálicos, evangélicos y gnósticos.

Pero yo, solo veo parásitos.

Animalistas Anarquistas…socialistas…nihilistas.

Hijos del sol, hijos del maíz, hijos de lucifer.

Y de la PUTA madre que los pario.

Jedis, anticristos, cínicos, genios…

Y tú… deja de mirarte tanto al espejo.     

No me mires de esa manera

No me mires de esa manera, que ya no soy un bicho cualquiera. Se me gangrenan las venas, caudales de amores en pena. Ríos que se desbocan por la matriz de una mujer loca. Ofelia es una mariposa con las alas rotas. No le interesa que no sea una sirena, ella se sumerge en su tristeza. Flotan pétalos en el charco, crece un esquelético brazo. Un racimo de arterias te regalo en nuestra primera cena. Come lo poco que me queda de esta vida que nació muerta. Sacia tu vientre para que nuestra semilla crezca fuerte. Las entrañas se remuerden, un cólico que muerde. Me cago al verte, eres una válvula que alivia mi estreñida mente.

Que no te cabe en el útero mis tristezas, que mejor me masturbe con mis penas. Que yo no llore ni me corte las venas, que la vida se ve mejor a ciegas. Que se te corrió el maquillaje, que pareces un maniquí luego de darse un pase. Que me estoy matando, con ensueños y tabaco. Que no soportas mi cara de drogado, ni el aliento después de haber fumado. Que mejor me vaya como el humo por la ventana, que no vuelva a buscarla y comience a olvidarla… Y yo hice como si no me importara, apreté nalga y agache la cara. No me importa cuánto me amabas, yo te quise con el alma. No pude enamorarla, mi amor la espantaba. Basta YA de tristes palabras, enciende otro cigarro y date por olvidado.

No me volverás a ver, en la sombra me voy a esconder. Aquí me encuentro bien, no hay por qué temer. Tú estarás con él, yo no te volveré a ver, así tenía que ser, en mi todo ha de perecer. Te veo muy bien, espero que puedas ser feliz con él. Vuelve a creer, Tu espíritu merece crecer. A mi lado solo puedes caer, déjame descender, no me consueles otra vez, ya no hay nada que hacer. No lo intentemos otra vez, no soportaría volverte a perder.  

¡No me mires más!!! ¿Acaso no has visto a un hombre llorar?, Suéltame YA, deja que camine de para atrás, no quiero volver a donde tú estás. No me conoces, ni me quisiste conocer, yo te quise, pero no te supe querer.  

La OLA

…Saltamos por la ventana, por PURA rebeldía contra la gravedad…

La OLA

¡Ya viene la OLA!!! ¡Ya viene la OLA!!!

Como una tendencia

Como una moda.

Gota tras gota

Ola tras Ola

INYECTATE amor en la AORTA

Para soportar la OLA.

La  última HORA. 

Monte adentro

Monte adentro en la oscuridad del sendero,

no hay luna, pero una mancha entre la bruma

dibuja una sombra oscura.

La silueta del humo desciende y asciende

en el interior de mi mente.  

Extranjero en un agujero.

Extranjero en un agujero.

Perdido en el tiempo

Huyendo del cielo

Me persigue un sol negro.

Escapa antes que te atrapen,

Eres un prófugo de las nubes.

¿Cómo huir de mi sombra si me persigue a todas horas?

Qué tan lejos debo escapar para poderme librar,

Ya no sé si soy el perseguido o el perseguidor

Huyendo de mi propio YO.

¿Padre por qué me has abandonado?

No me fije que estabas a mi lado.

Pasa y pasa el tiempo y yo aún te espero.

Nos vemos en mi entierro, aún quiero mi último beso.

Te escribo para rozarte y en mis versos poder besarte.

Te sigo escribiendo para saber cuánto te quiero.

No le pongo freno a mi loco sentimiento.

Mereces todas mis palabras fuiste tú quien me dio el habla.

No sé a quién le escribo pero aún sueño contigo,

Eres mi delirio, donde vaya tú vas conmigo.

Ni si quiera veo a mis vecinos, cuando te fuiste todo quedo VACIO.

¿Vendrías si te lo pidiera? Te necesito en mi vida,

Tú eres la luz que me ilumina, podría vivir en tu vagina sin una pizca de comida.

TONTA mía ¿Por qué te fuiste de mi vida?

Yo no te molestaría, eres mi princesa divina.

¿Para qué tanta vida si tú ni me miras?  

En el ensueño de la vida

En el ensueño de la vida la rasgadura que se abre en las pupilas se permite un brevísimo instante de lucidez, donde la oscuridad tiene ojos para ver y las noches como párpados se cierran para nunca más abrirse. Mi cabeza se vuela lejos de la tierra, no me puedo concentrar, no hago más que pensar en el tiempo de atrás. Mi imaginación se apodero de todo hecho real, la vida se fue para no regresar. Cómo seguir sin zapatos para labrar el camino del destino. Triste filosofía del hastió que consuela una vida de desidia, por la que transcurren los días. Cómo poder detenerse de esta marcha ausente. Cómo se puede respirar cuando el aire quema al entrar. Nada vale ya, nada se puede salvar. Aún la carne se niega a petrificarse, la sangre hierve y el espíritu se estremece. No hay tanta materia para esta hoguera, mis huesos de madera se incineran. El humo que se disipa cuenta la historia de un amor difunto que se niega a morir. Me he vuelto un abismo sin fin y la tristeza instruye mi caída como un maestro de escuela. Toda palabra me parece pobre y repetida, toda mueca es de agonía secreta que se esconde en la sonrisa seca.

No poderse concentrar ni la mente enfocar, disperso deambular y entre sueños divagar. Por el cielo flotar, movimiento vertical, pierdo gravedad y los pensamientos se comienzan a desmoronar. Nausea mental, delirio emocional, me mareo y no soporto mi cuerpo, el alma se me está saliendo por los esfínteres de mis sentimientos. El espacio-tiempo es una invención de mi razonamiento, energía en movimiento, no puedo pensar en nada concreto y se colapsan los pensamientos. La rutina es de hielo y sólo se derrite ante el calor de un sol nuevo.  

¿Quién me abrigara si hace frío?

¿Quién me abrigara si hace frío?

En el invierno que arde en mi cuerpo

¿Quién va consolar mi llanto quejido?

A la media noche cuando tengo miedo

¿Quién me va despertar a la vida?

Con un beso baboso en los ojos

¿Quién me va alimentar los labios?

Fríos y helados con un sabor amargo

¿Quién me va estrechar en sus brazos?

Cuando mi cuerpo se sienta cansado

¿Quién va leer mis poemas?

Cuando mis venas desangren mis penas

¿Quién va sentir mi presencia?

Cuando me vaya en el tren la ausencia.

Y qué me importa que me quieras

Y qué me importa que me quieras, es que yo te quiero de, de veras, a mi manera, monstruosa pero sincera. Solo te pido que me entiendas, para comprender mi cabeza. Exijo más de la cuenta, tú siempre pagas mis tristezas. Te solté la mano cuando más la había necesitado. Agárrame del brazo que si no me pierdo entre la bruma, de la soledad nocturna. Se hace de noche y yo me hago el mismo reproche ¿con quién compartirás la almohada esta noche? A quien abrazare si hace frío, si tengo miedo de mí mismo. ¿Por qué has huido, acaso te dio miedo mi exilio? Regresa cariño, el nido está vacío si tú no estás conmigo. ¿A dónde te has ido? ¿Por qué no me llevaste contigo? Hubiese escapado si me lo hubieras pedido. Me dices que fuiste linda aunque yo no lo merecía. No me deje querer, me lo hubieras repetido otra vez. Necesito saber por dónde van tus pies. No te voy a seguir, es que me quiero alejar más de ti. Necesitas vivir, deseo que seas muy feliz. Por mi parte no volveré a sonreír, no me interesa mentir. Si te acuerdas de mí, promete no maldecir. Es que no supe como continuar, ya sabía cómo iba a terminar. No te pienso rogar, lo inevitable es el final. Déjame de hablar, con tanto silencio no te puedo escuchar. Una nausea infernal me produce imaginar, cómo te revuelcas con otro mortal. No puedo ni respirar, tanto humo me hace mal. Te quiero evaporar, exhalar todo el aire que algún día me regalaste. Tengo que terminar, despedirme sin mirar atrás. Mi mano se cierra para estrangular tus huellas, me aprieto las venas, te regalo un racimo de ellas. Me desprecias, mi sangre no vale lo que me cuesta, se derrama entre tus piernas, mis lágrimas se secan. “VETE a la MIERDA” me gritas con toda tu fuerza. “Déjame quieta, no quiero tenerte cerca” … Me aparto, a donde no te pueda volver a hacer daño. En mi jaula estoy a salvo, no volveré a provocarte espanto. ¿Recordaras el sabor de mis labios? Siempre tan secos y tan amargos que a mí también me producen asco. Nos desgarramos y cada trozo cogió por su lado. Me doy la vuelta y te dejo en la puerta, me juro que si aún estás de pie frente a ella, me devuelvo a toda carrera. Me giro con la esperanza de que aún estés conmigo. Me quedo tieso y vació al ver cómo has desaparecido. 

Inevitable se ha vuelto besarte en el humo cada que fumo. Cuando exhalo recuerdo tu aliento cálido. Eras mi droga preferida, la que me daba la vida. Por curiosear me dio por probar tu boca, termine adicto a tu persona. Analogía tonta la de compararte con las drogas. No solo de pan me solía llenar, tú eras el agua vital, la única boca que me podía saciar. Si entiendes que somos 70% agua, pues ya sabes cuánto me haces falta. El desierto enloquece con mi sed, yo ya no he vuelto a beber. Necesito saber si piensas volver, nunca diferencie los signos de puntuación…no sé si es el final o un continuara, ese vicio conceptual de querer nombrar algo que no se puede expresar. Necesario olvidar la palabra AMOR, para salvar mi corazón. Cambiar la razón, transgredir el dolor. Eres tú mi rendición, mi última aflicción. Lo intente, bien lo sabe Dios…mejor no hablemos de una historia que no existió. Dejemos de mentir, ya no me interesa lo que sentí. Tenemos que proseguir aunque el camino no se le dé por seguir. Tú sigue sin mí, enamórate y se muy feliz, YO voy a vivir aunque me haya muerto al verte ir. Espero que no te acuerdes de mí, o sino el dolor te pondrá a gemir. Yo te tengo tan AQUÍ, que cada que cague me acordare de ti. No te preocupes por mí, ocúpate de vivir. ¿Cómo velar a un muerto que nació muerto?

Cuando te des cuenta que no eres poeta

Cuando te des cuenta que no eres poeta y que ni siquiera tienes bonita letra. Cuando te des cuenta que todas estas palabras no sirven de nada, y a unos pasos de distancia, hay gente que sale de su casa sin comer nada. Cuando te des cuenta que tu pueblo muere de hambre, no te atreverás a abrir la boca para quejarte. Cuando te des cuenta que el mundo muere de sed, no te atreverás a volver a llorar ni a beber. Cuando te des cuenta no hay nada que hacer, Todos nos vamos a morir alguna vez. Cuando te des cuenta que el tiempo pasa y la vida de a poco se acaba, cuando te des cuenta que mamá llora, detrás de esa sonrisa cariñosa. Cuando te des cuenta que papá ya no tiene fuerza para cargar con sus tristezas. Cuando te des cuenta que tus hermanas han sido violadas, por una sociedad desalmada. Cuando te des cuenta que tu sobrina, ya no sueña con la vida. Cuando te des cuenta que tu familia, parece tan desconocida. Cuando te des cuenta estarás llorando, sin saber qué es lo que te produce el llanto. Cuando te des cuenta te dolerá la cara, por esa sonrisa tan falsa. Cuando te des cuenta tendrás arrugada la frente, por observar la miseria de la gente. Cuando te des cuenta tus amigos ya no estarán cerca, y ella estará más vieja.  Cuando te des cuenta se acabaron los cigarros y el café ya se ha enfriado. Cuando te des cuenta tendrás rotos los labios por no haberla besado. Cuando te des cuenta ya han pasado varios años y tú ni siquiera te has enterado. Cuanto te des cuenta tendrás otro peinado y el cabello blanco. Cuando te des cuenta ya han pasado ocho años y el viaje aún no se ha terminado. Cuando te des cuenta tendrás otra mirada y las pestañas desilusionadas. Cuando te des cuenta tendrás arrugada el alma y en cada pliegue la muerte que no ha dejado de verte. Cuando te des cuenta que no te has dado cuenta que ya te disté cuenta, se despierta la conciencia sin ninguna ciencia de saber en esencia, que existes y entonces vives y como vives entonces mueres. La existencia es saber que vives muriendo y mueres viviendo, no hay en ello nada nuevo.

Cuando te des cuenta el reloj dejo de sonar (tic tac) y tú no has dejado de hablar, conversando contigo mismo, pero dirigiéndose a otra persona, como si alguien te contará una historia, escuchas el secreto que los muertos nunca dijeron. Escribes con los ojos cerrados sin importar las reglas del abecedario, tu ortografía es tan pésima como tus poemas. Cuando te des cuenta no has dicho nada y el silencio te calla, el ruido te espanta y sientes a alguien en tu espalda. Eres tú a contraluz como si fueras una cruz. Cada colilla en el cenicero es un karma que llevas dentro. Cuando te des cuenta ha vuelto la primavera y te ha vuelto a crecer la cabellera, las bicicletas no dan espera y en las calles los niños vuelven a jugar a la rayuela. Cuando te des cuenta estarás riendo sin saber por qué estás tan contento. Cuando te des cuenta dejarás el cigarro y el vicio perderá su encanto. Cuando te des cuenta tendrás que ver más de cerca porque la pantalla te ciega. Cuando te des cuenta llevas no sé cuánto tiempo sin parpadear de lo atento. Cuando te des cuenta tendrás la boca abierta y una mosca caminando por tu lengua.  Cuando te des cuentas estarás silbando esa canción, del comercial de la televisión. Cuando te des cuenta serás otra persona la que lee esta nota. Cuando te des cuenta de las horas, ya es tarde para comenzar y demasiado pronto para acabar. Cuando te des cuenta ya lanzaron las bombas y nos atrincheramos en estas hojas. Refugiados en las sabanas nos protegemos con las almohadas, esperamos el cataclismo, los cielos se precipitan hacia el abismo. Cuando te des cuenta comienza la cuenta del cronometro que no da espera. Exiliados de la tierra que se ha convertido en un campo de guerra. Cuando te des cuenta tendrás un arma, y escucharas tiros a tus espaldas. Desesperanzados y sin brazos para que un abrazo pueda consolarnos.  

Cuando te des cuenta que todo el mundo te mira con sospecha, que se han dado cuenta que te saliste de la regla. Serás ajeno a esas masas de carne y hueso. Entre el resto, serás el único que lleve el corazón a flor de pecho. Se eriza el alma con el roce de su mirada. Cuando te des cuenta dejaste la llave abierta y se inunda la tierra entera. Un desierto de agua que naufraga en la nada, desperdicias tu sangre y malgasta las lágrimas de tu madre. Cuando te des cuenta pensarás que estás perdiendo la cabeza, escucharás el llanto de la inocencia en las risas ingenuas. Verás la gente muriendo cuando apenas está naciendo. Cuando te des cuenta que algo te aterra y que eres el miedo de la bestia, eso, que ni el diablo quiere tener cerca. Cuando te des cuenta se apagó el cigarro que sostenías en la mano, y ya no es necesario escribir fumando ese humo envenenado. Cuando te des cuenta llevas no sé cuántos porros y tienes los ojos demasiado rojos. La hierba ya no te causa placer y fumas con la intención de con el humo desaparecer. Cuando te des cuenta estarás fumando otra mierda. La pipa apesta y de pronto todo te aterra. Cuando te des cuenta estarás debajo de un puente y la gente que pasa te mira indiferente. Cuando te des cuenta serás otro organismo en descomposición a la espera del amor.

Cuando te des cuenta ya es mañana y dejas el mañana para mañana. Se hace tarde para la llegada, de nuevo se te escapa el alba. Cuando te des cuenta estarás tan solo que no recuerdas quienes son los otros. Se han ido todos y tú sigues esperando a que abran los ojos. Cuando te des cuenta el cuaderno ya no tiene hojas y ella desaparecerá de tus notas, escribes a todas horas esperando a que alguien te responda. Cuando te des cuenta no hay nadie al otro lado de la línea y la red colapsa junto a tu vida. Ya no te sirve la contraseña para acceder a su puerta. Cuando te des cuenta las llaves ya no entran y te quedaste afuera. Dejaste la ventana abierta y una mosca entra con cautela. Cuando te des cuenta no sabrás si estás adentro o afuera, desde arriba te miras y desde abajo te observas, no sabes si subes o bajas, si te caes o te levantas. Cuando te des cuenta tendrás una pistola en la cabeza y la duda en una moneda, sin cara ni sello, esta decisión la tomaste hace mucho tiempo.

 

Cuando te des cuenta el cielo cambio de forma y tu mirada se ilusiona.

X

Me despierto somnoliento en un ataúd con sabanas humedecidas de sudor y lágrimas vencidas. A pesar que mis parpados se entreabren a la luz del día, la mugre en mis pestañas me impide recobrar la luz de la vida. Lucho por seguir en mis quimeras oníricas, pero la cama empieza a fastidiar y la almohada empieza a gritar; que de nuevo es medio día y el reloj no se hace esperar. De un solo quejido salto de mis sueños perdidos, con la sensación que mis ojos deambulan en una eterna pesadilla. Abro la ventana para aspirar el aire de la realidad, pero una nube gris se filtra en la habitación trayendo el vestigio de un atormentado ciclón.

Me rindo ante la realidad que me es tan irreal. Me postro en mi lecho a llorar pero las lágrimas se rehúsan a emanar tristezas que ya no pertenecen a mis ojeras. ¡Esto debe terminar! Las pesadillas suelen tener un final, ¿acaso jamás voy a despertar? Doy vueltas por mi habitación, regresando al mismo punto del colchón. Huele a semen y a orina de un necrófilo cadáver, que aún se masturba con los restos de un difunto recuerdo. Con las pocas fuerzas de un miserable, me arrastro hasta al baño para humedecer mis labios y escupir este sabor amargo. Aún con los pensamientos sumergidos en un ensueño, leo las noticias de una vida que me es ajena. Siento envidia del correr indiferente de las horas, que no se estanca en una milésima mentirosa. Me acurruco en búsqueda de colillas que se extinguen a mi alrededor y al agacharme diviso una extinta ilusión. Logro avivar el fuego de un cigarro y el humo me envuelve hasta evaporarse en cada partícula viviente. Abro la ventana para dejar libre la fumarada de esperanza, pero desaparece antes de atravesar la prisión atmosférica.

Me quedo sin aire, y corro a mi encierro dentro de las cortinas de mi aislamiento. Ojeo uno que otro libro, descifrando las palabras que me permitan recobrar mi aliento. Mis pensamientos no me dejan pensar, y aunque no deseo salir me urge la necesidad de escapar. Ardo en fiebre y mi cuerpo no deja de temblar. Bebo un caliente café que dejo enfriar.  Como un prisionero que sale de su calabozo, no reconozco afuera ni adentro y salgo de la celda con las ansias de regresar de nuevo. Enciendo un cigarro y me tomo un sorbo helado, me causa nauseas el sabor amargo de la soledad y el aislamiento. En cada bocanada disuelvo mis pensamientos, a pesar del frío mi sangre está hirviendo. 

Todo bien, mk

Sé que un día despertarás y me odiarás. Y maldecirás todos los instantes que me amaste. Querrás escupir y penetrar por el culo la misma imagen que un día puliste con ilusión e inocencia. 

Dirás que si te quise fue porque me vi sola. Que te acoplé a mis necesidades, que jugué con tus deseos para sentirme poderosa, que me hice sensual a costo de tu sufrimiento. Que si algo te enseñé fue para alzarme sobre ti. Que si fui buena, fue por lástima. Que si  te di consejo fue para usarte como conejillo de indias. Que fui injusta al exigirte cosas que sabía incomprensibles, que manipulé tu voluntad, que denigré tu virilidad, que me jacté en ti bañándome con tu sangre y comiéndome tus viseras. Que mis cuentos chimbos fueron como maleficios.  

Querrás rasgarme de tus recuerdos, borrarme de tu piel. Reescribirás un poema de amor y lo convertirás en una historia sobre una mujer monstruosa y despreciable. Odiarás recordar que perdiste tantas mujeres a causa de ese obstinado empeño en mí. En tu cuento motilarás mi cuerpo y me dirás todas la cosas que nunca te hubieras atrevido a gritarme en la cara. Me desenterrarás para enviarme al infierno. Y cuando pienses que ya es suficiente todo ese odio, recordarás que de los textos que me diste a leer sólo aprobé los que hablaban de mí. 

Y aun ahí, en el desprecio más profundo, admirarás cuánto odio puedo inspirar, como polvo a los ojos. Y llorarás.

 

El Fastidio…

El Fastidio…

Es como un zumbido que altera los sentidos, que pica entre los poros del vació. Que duele en las fibras del cabello, que arde en el recto. Es como un trancón en una vena, es una fila de ideas. Que te rasque un diente y que te duele la mente. Es como un sabor de ceniza en las encías, es como una tos repentina.

El fastidio es no encontrar las palabras para describir lo que fastidia a mi alma.

Fastidio es esta nausea que se atraganta, es estas ansias que bostezan nostalgias. Fastidio es el aire que me falta, es la sonrisa sarcástica. Fastidio es como un bicho de angustia, es una queja que me culpa. Fastidio es el despertador que interrumpe mi ensoñación, es un reloj que late en mi interior. Fastidio es el tiempo a contra reloj que agota el esplendor. Fastidio es no encontrar el ritmo para deletrear ese silbido, es no recordar esa canción que me susurro aquella voz.

El fastidio es el ruido que emite un suspiro.

Fastidio es el desencanto de haber estado enamorado. Fastidio es no mirarnos para evitar el llanto. Fastidio es no poderte hablar porque no me entenderás. Fastidio es tratarte de ignorar cuando mi atención te quiere enfocar. Fastidio es no poderme concentrar y en ti solo poder pensar. Fastidio es no poderme expresar y enredarme al hablar. Fastidio es querer fumar, pero el humo molestar.

El fastidio es la abstinencia del vicio

Fastidio es lo que sentimos cuando nos cruzamos en el camino. Fastidio es mirarnos de reojo para evitar nuestros rostros. Fastidio es simular que no te quiero, que olvide tus gestos. Fastidio es verte en el espejo y asquearse del reflejo. Fastidio es lo que siento cuando a mi lado no te tengo. Fastidio es sentirte tan lejos a pesar de la cercanía de nuestros cuerpos. Fastidio es quererte como te quiero y que tú no sepas lo que estoy sintiendo.

El fastidio es un pecado que aún no se ha cometido.

Fastidio es lanzar una piedra y que te golpee la conciencia. Fastidio es tener un deber que siempre terminas por posponer. Fastidio es no entender, y aprender todo al revés. Fastidio es saber que me voy a morir alguna vez. Fastidio es vivir para morir. Fastidio es ser para no poder ser.

El fastidio es la responsabilidad que me obliga respirar

Fastidio es no saber qué hacer, con tantas cosas que hay por hacer. Fastidio es tener que parpadear y todo se hace fugaz. Fastidio es escuchar el sermón de la razón. Fastidio es ordenar cada enumeración. Fastidio es este traje que me lastima el pelaje. Fastidio es esta cárcel de huesos y carne.

El fastidio es el hastío de ser uno mismo.

Fastidio de escribir siempre lo mismo, como una plana de lo mismo. Fastidio del mismo camino del circular destino. Fastidio de ser YO mismo quien repite tres veces lo mismo.  

En estado de descomposición

En estado de descomposición,

no se me ocurre ninguna oración.

Se me detiene el corazón,

se me agota la respiración.

Se acabó el amor,

ceso el dolor.

Ahora ¿quién soy yo?

Desconozco mi voz,

El eco se enmudeció.

El espejo se paralizo.

Ahora ¿Quién eres vos?

Desentiendo tu razón.

La falta de comprensión

La imposibilidad de la acción

No se me ocurre ninguna oración

En estado de descomposición.

Nos pudrimos en esa vieja canción

En esa vana ilusión. 

¿De qué te estaba hablando?

¿De qué te estaba hablando? Es que me quede pensando. Ya no recuerdo lo que quería decir. No sé qué hago aquí. Quiero estar allí, muy dentro de ti. Ya no quiero mentir, escucha lo que te quiero decir. Ya no tienes que fingir, sé muy bien que te tienes que ir. No te preocupes por mí, sé muy bien a donde huir. Algo te quiero decir, pero ya no sé cómo escribir. No sé cómo deletrear lo que te quiero confesar. Déjame respirar, necesito tiempo para pensar. No logro comenzar lo que quisiera acabar. Me empeño en olvidar lo que nunca puedo recordar. Deja que piense un minuto más, algo se me ocurrirá. Dame un segundo no más. Dos palabras más y te comienzo a cantar. Un coro sin final, una melodía que solo tú puedas escuchar. Déjame soñar, no te quiero despertar, sé muy bien que te tienes que marchar. Prometimos no volver a despedirnos. No nos dijimos adiós y un día el tiempo nos olvidó. Que vicio de distracción, no saber por qué lo hago yo. Te retengo con los ojos y capturo tu rostro. No puedes escapar de mi pupila abismal, prisionera neuronal. Deja que te cuente lo que es imprescindible que te enteres. Quiero que lo sepas, es de suma urgencia. No encuentro la manera de que lo entiendas, yo tampoco es que lo comprenda. ¿Qué es lo que me pasa, que no puedo decir lo que pasa? Me pasa que nos pasa, que el tiempo pasa y parece que no sabremos cuando pasa. Qué no recuerdo lo que sigue, mejor ni decirte. ¿Qué es lo que quería decirte? 

De mi abismo no se salvan ni los pájaros

De mi abismo no se salvan ni los pájaros, el rió fluye de para abajo. Sostente de mi mano, aférrate de lo que nos ha quedado. Es poco lo que te he ofrendado, mi vida no vale un centavo. Toma mis muñecas y abre mis venas, son tan frágiles como una rosa de vidrio que desangra su dulce vino. El corazón se me para cada que me haces falta. Escucho tu eco a mis espaldas como un llanto que me llama. Te ruego en mis pensamientos que me sigas queriendo en silencio. Me sorprendo hablando contigo en mi solitario delirio, contando estrellas por si en alguna te encuentras. Que “quiubo”... que “cómo estás?”, Que mi recuerdo te comienza a molestar. Que diga que es lo que quiero, tanto drama y a penas es febrero... que “cómo así?” que ya no quiero vivir. Que me faltan huevas en vez de alas, que la vida no es un cuento de hadas. Tanta pensadera, pero ya nada me inquieta. Que si regresas me va valer una mierda, que no me interesa si se pudre la tierra. Que “soy una mierda”, y no me halagues princesa, recuerda el día que fertilice tu tierra. Que “soy una plaga” y en tu cabeza me propagaba, tu almohada quedo manchada de mi nostalgia. Que regrese, que me quiere y que en verdad lo siente. Que no quería engañarme pero prefería no dañarme. Que soy como un niño con su ingenuo delirio. Que ella promete quererme por siempre... Silencio y ausencia con el alma tan quieta. No aparece ni un suspiro de mi boca, se amontonan las palabras una tras otra...

“Que poco sabes tú decir” no dejas de gemir. Dime que es lo que quieres oír, si te llevaste mi lengua al partir. Desde entonces no hago más que susurrar, que te quiero por la eternidad. Ahora que has abierto la herida, deja que cicatrice mi vida. No vengas con flores de bienvenida, desterrado estoy de tu vida. Deja a un lado las mentiras, la verdad está al frente de nuestra mente. Que no te creo ni cuando dices la verdad, te atreviste a pronunciar que amas a otro mortal. No abuses de mi inspiración, deja de exaltar mi corazón. Ya no sé con qué palabras describir lo que siento por vos, deja que olvide el agudo sonido de tu voz. Tu olor es mi obsesa adicción, todo apesta en mi habitación. Hiede a berrinche y a desolación, me masturbo con desesperación, te imagino en mi excitación, escuchar tu nombre me hace eyacular de dolor. Solo una foto de ti me quedo, la contemplo con adoración. Rezo cada noche ante tu altar, tu vulva era el templo que me brindaba la eternidad. Rememoro el calor que sentía a tu lado, y el frio se me hace más pesado. Cuanto extraño la comunión de tus brazos, huérfano de un útero desterrado. La unidad se ha quebrado, los trozos se han dispersado. Una burbuja reventada regresa al vació de la NADA. Media Luna entre la bruma, parece ser un ojo cansado de ternura, me mira por el reflejo de la ventana y atestigua mi muerte llena de calma. Y si tú estás del otro lado, con la luz de la luna acechando tu cuarto, sabrás por fin cuanto te extraño. Imposible fue desenredar mi cabello, tuviste miedo de liberar la oscuridad de mis pensamientos. Ella me acariciaba la cabellera, mientras yo chupaba su “pelamenta”. Babeaba tus pestañas para saciar mi sed de lágrimas, necesitaba del sudor que emanas y del aire que suspirabas cada mañana. En donde está nuestra estrella, se escondió detrás de la tierra. Que es lo que me aqueja, me preguntas con insistencia, no es que no sepa, es que no encuentro las palabras con las que se pueda expresar mi alma. Cuéntame tus penas, enumérame las estrellas. En una serenata de murmullos quiero contarte de mi amor nocturno. Haz como si me escucharas, atiende al silencio que se esconde en cada una de mis palabras. No entiendes NADA, pareces un muro donde mi cabeza se estrellaba, de mi sangre te manchaba, son mis venas desbordadas.

Ya ni el recuerdo merece nuestro amor ingenuo, soy como un mendigo rogando besos a cambio de unos fríos versos. Te obsequio mis sesos, sé que adoras chupar los huesos. Me abro el pecho, mi corazón parece una criatura hecha de miedo. Te compadeces de mis pueriles sueños, me asfixias con un beso para que no vuelva a despertar de nuevo. Mientras dormía te llevaste los trozos de amor que guardaste entre mis sabanas aquella tarde. Hasta las hojas en blanco arrancaste, mi vida toda arrebataste, solo la muerte me dejaste, enterrada en una piedra que se niega a olvidarte. Una roca lanzaste a mi abismo que espera alcanzarte, tu risa invaluable es un zumbido resonante. Si tanto te alejaste por qué aún te veo olvidarme. Ni te volteaste para despedirte o saludarme, alcance a susurrarte “no te vayas, no te vayas, no te vayas...” sin que pudieras escucharme. A donde me dejaste que ya no reconozco a nadie, aún después de irte seguías llevándote lo que algún día me diste. Hasta mi tristeza te pertenece, no hace más que reclamar por verte. Te quedo debiendo un poema, uno que me negué a que existiera. Una despedida pospuesta por si alguna vez regresas. Un adio... sin acabar, por si algún día decides retornar al mar en calma de mi soledad, un muelle que te mira desde el más allá, un puerto que no dejara de soñar.

Ya no te debes preocupar por este muerto que tuviste que cargar, ya no te vuelvo a molestar, mi amor por fin encontró un hueco en donde descansar. Es un hoyo llamado soledad en una isla en la mitad de la ciudad. No te molestes en visitar la calle por donde solíamos caminar, desapareció junto al umbral que conducía a tu jardín elemental. Ni siquiera el parque donde nos solíamos encontrar persistió en el tiempo que nunca dejo de andar. Solo un árbol sigue en pie donde tallamos nuestras iniciales alguna vez. Un rayito de luna se asoma con ternura, nube y neblina se apoderan de mi vida. La luz es un punto en el infinito oscuro. Un bosque de tinieblas esconde una historia vieja.

Deja que te lea, eres todas las páginas viejas. Una hoja nueva ruega para que vuelvas. Eres el poema, el poeta, y su amante eterna, eres cada puta letra de esta línea “chueca”. Eres la carta que guardo debajo de la almohada, eres cada una de esas raras palabras que en sueño me enseñabas. Eres el diario donde mi llanto he derramado, eres cada signo de puntuación que organizo con desconsideración, eres el acento que siempre exagero, eres el vocablo que no me canso de pronunciarlo. Mejor dicho...ERES (eras, ya no interesa) TODA mi vida, incluso la que desconocías. De aquel diario no queda más que un verso alucinado, un pétalo que se ha marchitado y un beso que se ha deshojado. Nadie leerá nuestra historia, prometo darme un tiro en mi memoria. Ya nos hemos olvidado, nuestros nombres en la arena se han borrado. El viento nos ha alejado por siempre nos ha separado. El hilo rojo alguien ha cortado pero en el dedo un nudo nos ha quedado. Ya no sé qué significa, creo que el amor es una mentira. Un mito de infancias, un sueño del que te niegas a despertarla.

Cuéntenme estrellas si ella aún me piensa. Es verdad que ya me ha olvidado y que mi historia nada ha significado. Que solo el vacío nos ha quedado y que el abismo nos ha tragado. Nuestras manos se han soltado, el puente se ha quebrado. Una nota al humo he atado para que llegue tan alto y que pueda estar a tu lado. Un ave sin alas del barranco se escapa. Una jaula se ha vuelto pájaro para llegar a tu lado.

La banalidad es un búmeran

Me invento las ideas para darme calma. Algunas como la idea de la banalidad me relajan cuando sube la marea y el muelle sobre el que camino flaquea.

Pero esos inventos cobran caro la tranquilidad instantánea, pues después será la larga zozobra de cuando hay que seguir la vida así sea vano.

Pensé en esto porque no decido qué hacer con mi vida, y peor aún si lo decido, porque al prudente tiempo me estoy cuestionando y me lleno de nuevo de congoja. Vísperas precoces de la muerte. A todas luces incapaz de decidir,   notoria característica de mi niñez.

No deseo vivir pero finalmente lo quiero, deseo drogarme pero finalmente 

 

no lo hago porque no quiero, no es racional, es la misma calma que da la banalidad y ambas se refuerzan. Enemigas acérrimas de mi felicidad, que es una tonta pero ahí está, mía y de nadie más, amiga que viene delante de la imbecilidad.

Deseos vanos

Mientras llego a casa y utilizo la 4ª llave asignada al candado inferior, mi mente naufraga en hipótesis y verdades: Qué inoportuno sería tantas cerraduras en caso de un temblor. De repente, se me ocurre que es una gran idea, a lo mejor si hubiera un temblor podría abandonar tantas ideas en mi mente. Sería preciso atender las circunstancias que vengan con este, el afán de la sobrevivencia y las palabras necesarias con otras gentes que saldrían a la vacía calle a media noche de luna menguante. Con un temblor esquivaría las incumbencias de mis acciones que vienen martillando mi mente como un estribillo envolvente. Qué oportuno sería desviar así la atención por unos buenos días al temblor, hasta que pase el temblor... Lo sé. Me imagino que tales designios atribuidos a un adolescente diluido en la realidad, tendrían consecuencias nefastas o divertidas, pues previo a exámenes, sin la preparación y sin indulgencia he deseado hasta la muerte del profesor. A veces me gusta traicionar a mi materialismo determinista y pensar que los días azules o grises obedecen por orden de importancia o prioridad a fortuitos casos que la gente viene deseando, siempre lo pensé, en especial cuando era un niño intentando encontrar respuesta a todo y pensaba que si era más la gente que deseaba un día gris y si el tiempo y la posibilidad de que se diera era cercana se daría, pero y de ese mismo por más gente que deseara mover una montaña, nunca se movería. En fin, no temeré temblor alguno porque mi carpa no sufre amenazas de derrumbes. Si me quieres encontrar, ya sabes mi paradero: Cra 60 al frente de la biblioteca Virgilio Barco, carpa azul.

voy dando tumbos

no he desayunado y son las 11:11 y lo que primero hago después de atender mis negocios, es sentarme con el portatil a releer la carta que te escribí y que ahora estás esperando, la verdad pensé que sería una carta que no enviaría y tal sinceridad tal vez no me sea conveniente.

Creo que es el problema que tengo ahorita, no soy tan sincero, me guardo emociones, razones de mi temperamento, para mi conveniencia. Son tantas las cosas que quiero pensar pero no puedo tener claridad cuando pienso en el tema, me siento nublado.

Cuando estoy con vos me siento mejor, pero luego me vuelvo a perder y quedar sin sol, de tanto pensaaar, de perder el tiempo.

Al lado mi guitarra, mi amplificador que no desconecté anoche, mis apuntes en papel desordenado, se me acabó la fruta, hoy es el día sin agua, tengo clase ya mismo por la que estoy pagando mucho y deseo aprovecharla, pero por qué hoy, por qué no pudo ser la otra semana.

Si le digo a esta nena que soñé con esta otra boba y eso me perturbo como hace meses no me sucedía, me va a tirar y para eso mejor yo solito me voy, igual que quería estar sólo, aunque no estoy seguro de que me haga bien, el plan inicial era ese, permanecer juicioso, sólo, sabiéndome sólo, piloteándome, sin depender de la oxitocina ni de las mujeres y acá de nuevo jodido por mujeres, sin desayunar, escribiendo bobadas para desahogarme, sintiendo el peso de las decisiones, queriendo ser débil y no tener responsabilidad por mis actos, no presionarme.

Te podría contar que traigo una nostalgia hace años y que esa también perturbó mi anterior relación, porque en esa relación sólo había campo para un enfermo mental y no me quisieron dar el turno a mí, cuando sos fuerte te quieren, cuando te cagas en tu mierda todo se va al carajo. Si te cuento esos detalles seguro te cagas del susto y la verdad es que no es tan grave. Te lo diría, pero no te lo voy a decir así no más, sin tener la confianza, son mis cosas personales.

Te podría decir que me gustas, pero hay algo en ti que me parece cansón, no me gusta cómo la comunicación funciona, no me gustó ese encontrón que tuvimos una vez en que me querías hacer culpable de cierta situación y al evaluarla y ver tus cagadas, no asumiste con valor, con honor, yo odio pelear con gente que no es capaz de ver sus cagadas, porque cuando se vuelven enemigos son unos hps, y estadísticamente todas las relaciones acaban y ahora escojo muy bien esas personas de las que me despido, quiero que estén a mi nivel de nobleza, para no odiarles.

No me gusta que no te mueres por mí, que no eres capaz de abandonar algunas cosas por mí, y eso está bien, qué sano es, para ser funcional, pero yo quiero es amar, y que no te vea esforzarte... Te noto en ese juego de.. no voy a dar más. Luego me exiges porque estoy apartado, lejano, no comprometido y es cómo, parce estoy concentrado en mis cosas como tú, entonces quieres más intensidad, pero la quieres de mí? que yo corra por ti? y ni siquiera eres capaz de pedirlo? o sea que nazca de mí ese afán por ti, uhh, no soy así, yo no soy ese tipo de man huevón, si te digo estoy más cerca de mandarte a la verga con toda la cagada que me da porque pareciera que no hay muchas de ti por ahí, porque me gustas desde hace años y te esperaste hasta que estuviera soltero para salir conmigo, mera elegancia. Pero también he conocido cosas de ti que me han puesto a pensar, por ejemplo, me he sentido muy hipócrita, la verdad no me gustó saber que tienes más experiencia sexual que yo, nunca lo esperé jajaja, y me sorprende que me haya hecho sentir incómodo, no lo esperaba de mí, debe ser porque le cogí fastidio a lo sexual cuando estuve sólo, renuncié a esa pulsión, me asquié de pensar en cómo mi ex deshonró mi sexo, seguro se sintió deshonrada primero, pero no tiene punto de comparación.

 

Y ahora pienso, qué hago, porque eso es lo que esperas, que te diga X o Y, porque te he vendido que soy de decisiones y ahora esperas que decida y me comporte a la altura, pero tampoco sé quién eres, y se ha reducido mi confianza en los últimos meses. Te pregunté si estar conmigo así tan lento, tan distantes te afectaba tus planes, te dije si querías conocer más personas y estar conmigo te impedía eso y dijiste que no, pero no te creo, siento que no eres capaz de decir esas cosas, creo que conociste nuevos compañeros interesantes en tu nueva oficina, que seguramente son tipos que te tiren el cuento, si me quieres poner a competir pierdes el tiempo, yo siempre renuncio, la única competencia que yo tengo es en tu cabeza, si necesitas que yo participe en competir, a mí ya no me interesa, ojalá me lo dijeras, hey, es que no sé si me gustas, pam, ya para mí eso es suficiente, no hay nada que me anime o desanime más que saberme gustado por alguien, si no te vuelvo loca, por mí, no me interesa. De nada va a servir mi estabilidad económica, mi fuerza, mi físico, mi inteligencia, mi gusto por ti.

Yo no soy celoso, pero vos me despertaste un sentimiento ahí como maluquito y sabes qué, yo no copio de eso, vos sos muy celosita e insegura y  eso me suena a que tú sí eres así bien loquita, porque no parecieras y a mí la verdad ni me importa eso, pero a ti sí y estás buscando bronca y eso me da mucha jartera, no peleo yo, no me crees que no quiero estar con nadie, si tú me dices que quieres conocer más gente, para mí sería genial en vez de que lo hagas a escondidas, no te cojo en la mala, antes te respetaría y pues igual yo sí estaba dispuesto a conocer más gente. Ve y prueba y compárame, a veces creo que tengo la autoestima muy alta, y a veces muy baja, pero en todo caso, me considero un amante hermoso, la verdad quisiera estar con alguien con mi nivel de empatía, disposición y bondad.

 

Como quisiera finalmente decidir, quedarme un año o dos sin mujeres, sin romances, de pronto una que otra para sexo ocasional pero mierda, he descubierto que a mí no me gusta el sexo con gente que no me vuelve loco, nenas hermosas y sexo frustrante, me dan ganas de amar pero amar a cualquier estúpida por ahí? llena de vicios emocionales, odio por los hombres, traumas que esconden pero que salen luego a flote, no gracias, mejor un relacionamiento sin responsabilidad, te quiero mientras estés bien, cuando te jodas estás sola. Y creo que esa es la razón, estoy llegando al punto, no quiero comprometerme con una apuesta perdida, no quiero volver a dar mis cuidados, mis deseos, mi tiempo y energía por mejorar las condiciones, porque son intenciones reales y hay mucha gente parasitaria que sólo están buscando quién les ayuda sin merecerlo. Muchos merecidos y merecidas, la verdad me va mejor solito.

 

Pero con vos... No sé, la verdad quiero la mitad decirte adiós y la otra mitad decirte, seamos novios. Pero nena, la verdad no estaría bien meterme en un noviazgo ahorita, no entiendo tu afán, no me crees que no es por querer meterme con otras? Pinche inseguridad tuya. Imagínate que te dijera sí, solamente sí, ese no es el man que te gusta, te gusto yo porque he sido fuerte en lo que creo, rápido en mis decisiones, seguro y... por eso mismo, si nos abrimos, paila, ya no va a ser igual después, si nos abrimos hoy ya no creo que lleguemos a ser algo serio algún día, para mí queda descartado. Podríamos volvernos a ver, aunque preferiría que no, pero me conozco y si me gustas por qué no, pero ya no tendrías mi lealtad, me pierdes y no estás viendo eso.

Me decía un parcero del tarzaneo, que las nenas siempre se abren cuando ya tienen una nueva rama para agarrarse antes de soltarlo a uno. Está bien, qué se le hace, yo en cambio siempre soy bien pendejo y suelto las ramas sin tener nada y lo haré una y otra vez. No es mi estilo, nunca he cambiado una relación por otra, amantes quizás, pero nunca he querido a alguien y dejado de querer por una nueva persona, no me pasa, no creo que me pase y eso me alegra, porque qué visaje hacer eso.

 

Ya empecé mi clase, me siento tan pleno pero al borde de la ruina, físicamente ya no aguanto, pero estoy fuerte y delgado. Mentalmente estoy agotado, pero me ocupo, aprendo, negocio, pienso mis visajes. Financieramente, pues estoy con un cambio financiero preocupante pero todavía a buen vuelo. Emocionalmente: Cagado, me siento aún triste, menos que ayer y confiando en el proceso, haciendo lo que toca hacer.

Qué te voy a decir hoy? no lo sé, no concluyo nada y estoy aún como enguayabado, no he comido desde ayer, dormí como 3 horas todas interrumpidas, tengo muchos compromisos hoy y yo aquí divagando por vos. Tengo que hacerte una cartica de verdad, pero uff, para decir qué de todo. Además siento que es apresurado confiar en ti.

 

Ayer pensé que si me fumaba un porro me ayudaría a pensar y pues sí pensé de todo, pero nada, me alejó más de una certeza.

 

Creo que te voy a decir: qué esperas de mí? idealmente. qué estás dispuesta a dar? estás dispuesta a decirnos bueno, mejor como que no? Vas a confiar y ser firme? pero mira, que si tú quieres una relación cerrada, ishhh y yo no que quería conocer mucha gente antes de volverme a comprometer... Voy por mal camino. Expectativas culas que me monto.

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