De arriba para abajo
Me la paso viajando,
Sin salir del cuarto
Desde lo más alto,
Dejo que brote mi llanto
Por el frio asfalto
Mi ser que se disipa por el espacio,
Del tiempo que ando errando,
Siempre solitario, nunca acompañado.
Tras las ventanas de la existencia,
Veo miradas que me acechan
Y paredes que se enteran de mis penas.
En la puerta de salida
Espero a que entre la vida
Y salga la desdicha,
Huésped de la habitación más íntima.