escribo para dialogar conmigo

acepto el juego? Me siento cobarde, pero es un juego en que soy feliz, es de mis juegos favoritos.

este sitio ya es una carga, no es algo que me guste mostrar, se vuelve un diario compartido, un cuaderno que no genera interés, podés dejarlo tirado por ahí, quién lo va a leer? pero ese no es el problema, el problema es que verlo me genera melancolía, como esa melancolía fría de una ciudad abandonada que otrora sintió el éxito económico o cultural, también puede ser una caliente, como en cali, donde hay un aire de la anterior abundancia de dinero y todo parecen éxitos viejos, o como caracas o buenos aires, lindos lugares caídos por el polvo y el descuido, como si la ciudad se hubiera vuelto anciana, sus jovenes lucen ancianos, derrotados, frustrados y sumidos en el consumo y la estupidez, o como nuestros éxitos viejos que ya huelen a joyería vieja y guardada, uno saca sus joyas, sus reliquias y son una pulsera y una argolla, como herencia de anciano de geriátrico.

 

Hoy tenía que escupir bobadas, si no habría tenido que vomitar físicamente. Y qué alivio!

Ya ni me acuerdo qué es la poesía, me suena extraño. Vamos bajón, ya van 3 días, necesito volver a mis cosas hacer. Me siento borracho, colocado, no estoy seguro si estoy despierto o es uno de esos sueños muy vívidos de las últimas veces.

 

Cómo se llamaba? A veces me pregunto en medio de la nada, pero.. Yo no estaba pensando en eso, qué extraño.

 

La verdad es que te olvidé muy rápido porque intentando recordarme me distraje y ahora no recuerdo nada.

 

Es momento de algo, pero yo, tengo sueño otra vez. Pero háblame hasta que me duerma, me gusta como me voy, no puedo rastrear como se mezcla la realidad con la imaginación, empiezas a moldear los sueños, arquitecta de formas redondas y pálidas.

Me pediste que fuera consciente y ahora no he podido detenerme, de analizar todo, lo que cambió, de donde me metí, de lo que se me fue, de lo que juré no volver a querer, y ahora no te gustan las consecuencias, mejor aborto? Aborten, que no era en serio, sólo estábamos tristes. Pero mentiras, cuántas veces no pensé, cuantas veces no calculé y sucedió, cuanta energía le entregué.

graves y agudos quejidos sin voz

¡Era un grito! ¡Estaba gritando!

Ahora todo tiene sentido, gritaba sin voz, gritaba con su pesar, con su tristeza, estaba gritando.

El gesto podía confundirse con la melancolía ocasional, con posturas de poeta triste. No era sino ponerse los lentes con un buen filtro de colores refulgurosos. No podía estar mal, pero lo estaba y no sólo eso, lo comunicaba sin que nadie le fuera receptor.

Ahora gritamos todos, con su misma sin voz, gritamos sus pesares y nuestras tristezas. 

¡Estamos gritando! ¿Nos escuchan?

 

ante el Infarto

A veces me dan ganas de decir sólo frases pesadas, cosas como: brutal existencia, resucito cuando (por completar), estoy vivo lo sé, no me importa realmente, no acusen, ni siquiera yo esperé algo de mí, lo soy todo y demás..

Ahora que he perdido de seguro a quien intentó mirar un poco esto, tengo que decir: Te pienso, te pienso,..

Te pienso, te pienso

Te pienso y qué fácil es perder la cabeza, pierdo muchas cosas, pierdo las ganas y a veces la paciencia, la confianza y el miedo, en especial éste último me asombra cuando lo pierdo, quedo abatido de confianza, de seguridad ajenante. Yo no sé si después de que unx pierde el miedo siente algo, por mí lado sólo podría definirlo con otras experiencias sensoriales cercanas, como una dibujo a retazos. Cuando me termino un chocolate pierdo el miedo del momento en que se acabe. Cuando eyaculo pierdo el miedo de venirme, cuando salto de un precipicio y voy hacia el centro de la tierra, cruzando sólo el aire que nos separa, pierdo el miedo que está antes de la acción de lanzarme. Tal vez con la muerte sea igual y perderé el miedo de morir cuando muera, si es que puedo temer después de la muerte.

No recuerdo si tuve miedo de amar cuando amé, no conozco bien si fue amor y si hay algo que temer, son límites difusos, pero más confuso llega a ser quererte, siento pánico de no saber quererte y ansiarlo, miedo de querer algo que no se entiende, de desear ir donde no se conoce a lo mejor ni existe ¿Cómo se desea la nada? ¿Cómo se añora un tiempo que no fue? ¿Cómo se esperan más cuentos en el fin de los tiempos? Yo apunto a coordenadas imposibles, mi dirección está más coordenadas de las que existen. Si pintara usaría gamas extras de colores imperceptibles para los ojos naturalmente, si creara música haría sonidos ultra o infra, si danzara desearía quebrar mis huesos, romper ligamentos, desgarrar músculos, alcanzar el infarto. Mátame porque me muero.

Necesito ayuda para ayudarme

Necesito ayuda para ayudarme, necesito salvarme para salvarte. Necesito a alguien que quiera estar conmigo, ya no me tolero ni yo mismo. Necesito alguien que me de la mano y cruce conmigo ese vació, que me guíe por el camino. Necesito que alguien me arrope y me dé un beso de buenas noches.

Te necesito más que al aire para seguir respirando, te necesito a mi lado para seguir andando. Te necesito para polinizar la flor que en otoño nació. Necesito el veneno de tu aguijón para curar ese toxico amor. Necesito una nueva ilusión para soportar tanta desilusión.

Ayúdame a ayudarte, para poder salvarme, para poder curarte, para aliviarme. Para sanarte necesito limpiar tu sangre. Deja de chuzarte, necesito que dejes de lastimarte. Deja de torturarte y de victimizarte, de esclavizarte. Deja de encerrarte, tu infinito es tan grande que nada puede abarcarte.  

S.O.S es una llamada emergente, a todos los que me estén escuchando, necesito que juntemos nuestras manos. Juntos podemos colaborarnos. Juntos podemos salvarnos. Necesito que alcen sus brazos. Ayúdenos a cagar el sol en nuestras manos. Se los ruego, mis oraciones no llegan al cielo, me responde el silencio, me estoy enloqueciendo.   

Hoy no estoy para nadie

Hoy no estoy para nadie, no insistan en llamarme. Hoy ya me fui y me lleve hasta mi ausencia, para que nadie pueda recordar mi presencia. Me olvide olvidar, por fin comienzo a recordar, fue hace tiempo en un futuro añejo, donde estabas tú pero no estaba yo, aquel día en que nos encontró el amor. Nos dolió estrellarnos, nos dolió rozarnos. Nos hicimos pedazos, nuestras almas explotaron. De cenizas está hecho el infierno, a fuego perpetuo fuimos consumiéndonos la carne y los huesos. Es la historia del fuego que la lluvia fue consumiendo. El viento arrastro nuestros sesos, hechos de espíritus viejos. Una anécdota que no me canso de contar, pero que ya nadie quiere escuchar. Ya no me vengan a preguntar, de que estaba hecha la eternidad.

Hoy no soy lo que quise ser. Pero me gusta lo que pude ser. De mierda alimento las flores de mi cabeza, mis ideas incendiarias arden en el agua. Escribía en el lenguaje del alma para que mi ser se expresara. El silencio contestaba las preguntas que me cuestionaba, soñaba despierto para despertarme del sueño. Permanecía tan quieto que el mundo recordaba lo eterno, el efímero momento en que nos conocíamos de nuevo. Ya no me busquen donde solía buscar, ya nadie me podrá encontrar, me fui sin saber regresar, sin dejar rastros para que nadie siga mis pasos. Me fui haciendo pedazos, esparciendo mis trazos. Desconociéndome a cada rato entre tantos párrafos.

Terminando de comenzar. Hoy este cuento se comienza a terminar, no pospongas el final, deja de procrastinar, esta historia (NO) continuara. Sigue muriendo de vida, eres fuego y ceniza.   

Las palabras se desbordan en el filo del abismo

Las palabras se desbordan en el filo del abismo, entre las comas y el vacío, ¿Cuántas se han callado por miedo?, ¿Cuántas no se han debido decir?, el lenguaje herramienta de los dioses para usurpar su infinita y omnipotente soledad. Ahora pienso, cuando mis palabras me susurran en mi aislamiento, y se quejan de su infortunio al estar tan lejos de tus oídos, el arrepentimiento me asalta en el momento que te recuerdo con la nostalgia de mis sentimientos. Siempre me hizo falta algún verbo para describirte cuanto te quiero. Pero ya es tarde, te alejaste, decidiste hacer parte del amplio universo que a mis espaldas se colaba en tu aliento. Que silencio más puro, más casto, más virginal, custodio de tu recuerdo que impide el devenir del tiempo, y es que fue mi afán de ser inmortal, pues nos merecíamos la eternidad. Que minuto más soberbio, efímera vanidad, donde el cielo y la tierra se juntaban de las manos aferrados como un feto a su cordón umbilical. La gracia de tu fonética y mi tartamudo silencio, nos juntaron en un instante de felicidad, sobraban los sustantivos, abundaban los adjetivos, todo concepto racional era insignificante en nuestra pasión irracional. Y si el amor es un lenguaje, tú eras todas mis palabras, hasta las mudas, hasta las que se callan al hablar. ¿A dónde se han ido mis palabras, si mis sueños persiguen tus bragas? Si este silencio incomodo me delata, en mi condenada soledad. No tengo la capacidad de escribir, mucho menos de callar, el secreto que el silencio me susurro en la soledad. El cielo en su abrigo inmortal, me dejo desprovisto ante el frío de la eternidad. La tierra y su sustento mortal, me tiene en los huesos porque las palabras no son de pan.   

Prometí no volverlo hacer y aquí me ves otra vez.

Prometí no volverlo hacer y aquí me ves otra vez. Escribiendo al revés, los versos no me salen bien. Por fuera del renglón no tiene márgenes mi corazón, otra confesión con tan poca emoción, me jure no cerrar los ojos y silenciar los oídos sordos. Escuchar con la paciencia de mamá y luchar con las garras de papá. Me volví a asomar a ese pozo sin final. Regrese de donde me escape. Me salvé en el momento en que me perdí, me fui, pero regresé por ti. Te vine a ver y a preguntarte ¿Por qué? Sin saber lo entendí TODO a la vez ¿Hacia dónde huir, si siempre me voy a perseguir? Por aquí ya estuve, y me persiguieron las nubes. 

Siempre es lunes y los días no pasan, me decepciono de cada una de mis palabras. No hay nada que nos haga levantar la cara. Defraudado de lo que hablo, te voy a contar lo que he callado. Dame otra oportunidad, esta vez sí me tendrás que escuchar. No dejes de mirar que esto acaba de comenzar. Tan solo un punto denota el final, y el susurro de un quejido se alcanza a escuchar. Estoy muerto, pero nadie puede saberlo, presiento ese momento en que el telón eterno cae de nuevo. Estoy muerto y no termino de entenderlo, por qué sigo viviendo si ya nada siento. Estoy muerto y la vida no tiene remedio, a donde van a parar nuestros miedos si a la muerte no le tengo miedo. ¿Si no puedo morir cómo espero vivir? Me preguntas qué fue lo que sentí y yo no sé qué decir. He regresado de no sé dónde y no recuerdo mi nombre. Volviste, aunque prometiste jamás irte, si te quedas no hay modo de que vuelvas. ¿En qué andas?, me pregunta el camino, y yo huyó del destino que persigo. ¿Qué hay detrás de la sabana en la que te sueles ocultar? Algún día nos volveremos a encontrar, y ya no sabré como disimular lo mucho que te suelo extrañar. Entre tanta oscuridad, la luz comienzo añorar.

 

Se está apagando la noche y se refugia en los rincones. Se asoma por mi ventana y me respira en la cara. Extraña sensación, un gesto que me llena de emoción. Lloro sin razón y le sonrío al dolor. Existo porque soy, de la vida soy la manifestación. Mi cuerpo pulula energía, mi alma añeja un nuevo día. Regreso en reverso al día que dejamos de vernos, a lo mejor no nos reconoceremos. Tan ciegos, apenas podemos ver lo que queremos. Observo, como se repite de nuevo. La espera se renueva, el pájaro al reloj le da cuerda. Respiro el fuego y me vuelvo ceniza del universo. Una luz vino a vernos del color de los sueños. ¿qué es eso que parece tan nuevo? Morir no me parece raro, vivir siempre es extraño. El sol bosteza ante su creación. Soy yo que hoy no quiero salir de mi habitación.  

No encuentro la página

No encuentro la página donde escribí aquel verso que me repetía hasta conciliar el sueño. Mi alma hecha piedra, me pesa, me pesa. Barrotes como palabras que atestiguan la condena de mi ánima. Escribir para sanar, está herida lunar. Un enorme cráter que se expande cada punto y aparte. Busco en el cielo el lenguaje de mis sueños. No entiendo si sigo durmiendo, por qué tengo los ojos abiertos. Quiero despertar, pero apenas me puedo levantar. Mis pestañas se deshojan, mi pupila está rota. Entrecierro los parpados como quien huye de la luz. Luces intermitentes que se apagan y se encienden. Explosiones que se convierten en oraciones. Soy un hombre bomba que se implosiona. Abro un agujero de gusano por donde me escapo. No llego a ningún lado, aparezco de nuevo encerrado. Tengo miedo de la sombra que se asoma en el suelo. Me acecha en silencio cada esquina de mi pensamiento. Huyo del reflejo que me recuerda lo que he hecho. He deshecho cada uno de mis sueños. No tiene sentido dormir si en mis sueños ya no puedo vivir. Ser para no poder ser, y parecer lo que no se es.

Rellene el espacio en blanco que tenía reservado. Con hechos impropios, llene un álbum de fotos. Experiencias ajenas que escribieron mis anécdotas. Retazos de recuerdos como notas en los cuadernos. Versos cojos de amores rotos. Poemas a medio hacer por falta de un querer. Correos por responder que nunca termino de leer. Un mensaje de ¿cómo estás? Que no me atrevo a contestar. Discuto con la soledad y las paredes no se cansan de escuchar.  En el silencio del cuarto un fosforo suspirando, otro cigarro que se desvanece en los labios. La soledad que transpira en los huesos es el frió del vacío interno. Toso en señal de protesta contra toda la existencia.

No encontré la razón para continuar con este renglón, una flor de insurrección se revela contra el sol. Continuo con el aleteo para provocar al cielo. Ya no le tengo miedo al monstruo que llevo dentro. Lo alimento con mi ser y él tiende a desaparecer. Comienza a oscurecer y todo se empieza a esclarecer. Por fin te puedo ver, ya puedo volver a creer. Me agarras de la cabeza a los pies, me invades cada partícula de mi ser. Al fin tengo el poder para entender lo que me suele suceder. Te pregunto ¿quién eres? Sé bien de dónde vienes. Me responde ¿qué quieres? Pero no deseo nada de lo que tienes. Me ofreces la respuesta, pero yo quiero aprenderla a mi manera. Me cuestionas ¿Para qué continuar? Y yo no dejo de caminar. ¿Qué es lo que buscas? Encontrar más dudas. ¿adonde vas? Ya no me interesa a donde llegar. ¿Te puedo acompañar? Siempre y cuando me compartas tu soledad.

No encontré la razón entre libros que enumeraban los capítulos. Ni entre sueños que no permitían tener los ojos abiertos. No encontré esa droga con la que pudiera escapar de las horas. Ni tampoco esa realidad que quisiera imaginar. No encontré a Dios entre toda su creación, ni tampoco a los dos en esa vieja oración. No te encontré y me alcancé a perder. Te busque en el mañana y en el ayer sin saber hacia dónde se dirigían mis pies. Tropecé más de una vez y me levanté sin saber el ¿por qué? Regrese donde alguna vez te halle. Me encontré con lo que pude ser. Fracasé y ya no sé qué voy hacer. Seguiré y lo intentare otra vez ¿La razón? Ya no le interesa a mi corazón.     

Rabia/ Capricho/ Enajenación

Cometo errores de ortografía estúpidos, veo cosas inexistentes, me tiembla la voz, no coordino, no rindo, amanezco cansada, me dan tics extraños, me equivoco al decir mi propio nombre, me da miedo toda la gente, me parecen todos monstruos potenciales, de repente dejo de sentir aprecio por las personas que amé toda la vida, no afino, no me gusta cooperar, me enfurezco con las personas que me encuentro en TransMilenio, me enfurezco cuando me piden que coopere, no consigo decir las cursilerias que a veces siento, me desentiendo de la justicia, de la amistad, de los noviazgos y de mi madre, conozco la sublimidad pero no la recuerdo, no siento nada con los besos, me meo encima, me pitan los oídos, me pesa el cuerpo, los animales me son indiferentes, derramo cosas, no limpio lo que derramo, todo lo que leo me parece una mierda, todo lo que escucho de las personas son balbuceos, no creo en mis propios principios, no siento remordimientos por participar en la infidelidad ajena, la mayoría de sucesos diarios me parecen ruido, caigo en el sopor, pateo cosas, me enamoro de monstruosidades, rompo vidrios, me entierro agujas, quiero que me golpeen hasta reventarme, se me olvida dividir, me alimento de los corazones abiertos, grito, me quejo, lloro, me caigo, no me intento levantar, me pica el ano al advertir la felicidad colectiva, disfruto humillar a los hombres, me da recelo no ser el centro de atención, mis facciones (en fotos y en el espejo) me hastían, desconfío de ellas. Alejo a la gente de mí aunque anhelo estar con ellos porque me pesa más el odio por sus conductas, al final siempre opto por mi pellejo, las horas se vacían, el cuerpo se me oxida en un reposo que nada tiene de salubre, a veces quisiera incendiar la ciudad sólo para sentir que algo realmente ocurre, a veces quisiera meterme entre los vagabundos y provocarme un abuso sexual para sentir que algo realmente me ocurre, me avergüenza cantar y bailar, mi gato se fue, nunca terminé ningún proyecto, nunca dediqué esfuerzo a ninguna cosa, me siento extraña, me duele hondo el alma, veo pasar a muchas personas extrañadas a las que les duele hondo el alma pero no sé qué podría decirles... un "hola" parece nunca bastar y yo no nada tengo para ofrecer que no sea inútil o vil. 

¿Cuánto asco eres capaz de soportar?

A estas alturas del partido estoy seguro que la vida consiste en eso: ¿Con cuánta cantidad de asquerosidad puedes lidiar? Así se configura las distribuciones de carga y recompensa, quien casi no soporta está renunciando constantemente a todo y vive la vida a rastras, llevado por la inercia de los días y el tiempo impío, a la fuerza recorre las horas y no encuentra paz en las invenciones humanas sostenibles, las artes pueden ser un refugio pero las que existen simplemente son la minúscula parte de las que sobreviven al modelo económico, osea las más burdas y vendidas. Ni que hablar de otras áreas para este o esta pobre cucaracha débil no inmune a la radioactividad de la existencia. Su vida es una constante carga y el peso lo arruga y le desgrana las ganas a medida que se esfuma su juventud.

Por otro lado están las mulas, que llevan peso y peso y no tienen problema en reclamar su queso al terminar la jornada. Son la mejor estrategia evolutiva para el sistema, pues lo fortalecen sin rechistar y este se ocupa de asegurarles la vida. No sienten casi asco, no les importa aceptar las reglas, ellos sólo son una pieza, viven para vivir, vivir es su objetivo final y en todos ellos vive el sistema, el ser más grande y el credo verdadero.

No conozco todas las caras, pero por otro lado más, están las ratas, los parásitos que se juegan bien el juego, aquellos que no cargan nada, que le roban al sistema, que se lo cagan a costa de la buena vida individual, que se niegan a ser célula y escogen ser organismo autónomo, que ven al sistema como el ambiente y no como al todo del que tienden todos a ser parte. Que no negocian su individualidad y niegan la colectividad.


Lo interesante después de este análisis pobre y somnoliento, de quien vio poco rato y luego se durmió, aparentemente el resto lo imagino y completo, es que existe un lado más para este desconocido poliedro, al menos un tetraedro será. Y es que están los que tienen niveles variantes de asco, según se lo permita la sobrevivencia, al igual que la mula quiere vivir, pero entiende que la sobrevivencia es apenas una fuente de placer, que en maximizar el asco está el multiplicador de la vida, que mejor que vivir bien con altos niveles de asco, y es de las peores plagas que ascienden, pareciendo un asqueado vívido, moviéndose como rata y con la persistencia de la mula, nunca cambia las reglas, sólo quiere vivir bien, predica el asco y soporta como mula, luego predica el asco pero vive como rata, y entre ratas.

Podría dedicarse una hora estúpida a crear un test, qué tipo de animal eres amigo, pero, como ha quedado tan mal escrito y estoy seguro que nadie lo leerá, no habrá necesidad de intentar...

Loading...
Loading...