Ayer no me lavé la boca,
Poco o nada me importa.
La vida es una rosa que se deshoja
Al correr de las horas.
Instante tras instante
Gota tras gota,
Entre el aquí y el ahora.
Una cárcel de neuronas,
El pasado se reescribe
En el futuro de las cosas.
Ayer no me lavé la cara
En los ojos tengo lagañas.
Las retinas se ahogan en su tristeza
Observando un retrato de miseria.
Con la angustia en la mirada
Atestiguo el horror de la existencia,
Una ventana hacia la NADA
Que contempla mi mirada.
Ayer no me pare de la cama
A mi espalda está clavada
Esperando la muerte entre las sabanas,
Las lágrimas sirven de almohada.