No puedo escuchar o decir sandeces porque pienso inmediatamente en mi madre, es inevitable, incluso la definición de sandez independientemente de lo que realmente significa está sobredefinida por lo que he aprendido que es desde ella. Siendo así empezaré con algunas sandeces como primer plato del día. (Sí, acabo de levantarme y desayunar).
En parte me gusta la muerte de los otros, a veces me harta tanta escoria, y estoy seguro que lo que va a pasar, pasará, ¿entonces para qué demorarlo? Otra parte en cambio no le gusta para nada tanto despotismo, pero bueno, aquí las sandeces seguirán.
La autoorganización lleva a que algunos aguanten hambre y sufran, pero una piedra no cae sin antes haber subido. ¿Quién los subió? Pero shit, que no me gusta el sufrimiento ajeno.
Hay gente que no sabe dirijirse a sí misma, parecen burros, a veces me dan ganas de ser laxo y hacerme el de la vista gorda ante crastaciones arbitrarias y medidas rígidas. Pero qué mierdero se volvería todo donde se abran esas posibilidades. Rechazo eterno a la autoridad extrema inpuesta.
Es tan poético ver a mis amigxs postradxs por el camino, como mendigando a la nada fuerza para seguir viviendo. Pero vaya que es una desgracia la existencia de ellos y la mía.
Se le murieron sus progenitores por coronavirus, apenas tenían alrededor de los 60 años. Se salvó de ese karma que es lidiar con viejos y pobres y no poder morirse en paz. Ahora está más cerca de la muerte y la soledad, lo que pudo saber de sus ancestros inmediaatos ya será menos, la muerte de otros le recuerda la suya.
Tanto sufrimiento para saber que son impulsos eléctricos que van y vienen. ¿Cómo sería crear una máquina para que sólo sufra? ¿Se animarían y aportarían a su construcción? Para que exista más dolor en el mundo.