Dime que tan cierto es lo que estoy sintiendo

Dime que tan cierto es lo que estoy sintiendo, que ya no te quiero pero quiero que me sigas queriendo. Me quieres si te quiero pero esto ya no es sincero. Me mientes cuando me dices que me quieres ¿Te quiero? Mejor ni me entero, no vaya ser que si te quiera. Querer es desear sin amar, y yo ya no sé lo que me espanta más. ¿Y si ya no puedo volver a amar? Prefiero con mi vida acabar. ¿Te mataras? No creo que las fuerzas me vayan alcanzar. Me agota pensar en un posible final. Nunca acabo de comenzar, esta historia no tiene final. Que si tú volverás, ningún dios lo sabrá. Déjame acabar ¿si me voy te va a importar? ¿Me vas a extrañar? O acaso ya me olvidaste, jamás le importaste. Tú lo acabaste, no tiene por qué recordarse. Se hace tarde, despedida faltante, no quiero decirte adiós, me rehusó a faltar en vos, se me ralentiza el corazón, olvido los latidos del reloj. Ya no sé lo que fuimos los dos, una bonita ilusión. Hechizo del amor para soportar la vida y el dolor. Te falta pensamiento y a mí un corazón nuevo, éste que tengo está viejo y cada día más negro. Tengo miedo de enamorarme de nuevo, duele quererte desde lejos donde no estás y no te tengo. Un pétalo suelto del tallo viejo, amargo sentimiento que corroe por dentro. Esto de tener un cucarrón come cerebros con los colmillos amarillentos. Son como bichos que se propagan por el alma y se nos tragan las entrañas. Es como si doliera en la sangre, como si el hambre siempre faltase. Como si tuviera agrieras de no haber comida una vida entera. Luego de que se sacian, se convierten en mariposas ensangrentadas.

Caminar hasta el cansancio abriendo trocha a cada rato. Por el frió asfalto me voy arrastrando, cargando un cuerpo hecho pedazos. Otra vez esa triste canción, que no canto pero sigo escuchando, como disco rayado en un mismo acto. Leo nuestra canción en la oscuridad y me imagino que no tiene final. Todas las tardes te suelo evocar en una tonada crepuscular. Los niños ya no suelen cantar la ronda de ingenuidad. Noches a solas con la luna hecha sombras. Tu recuerdo me trastorna, me sigue a todas horas. No estás hecha de carne sino del espacio donde solía refugiarme. Fantasías hecha pesadillas, despertarme antes de que te marches. Quiero desayunarte para que las mañanas no se hagan insoportables. Es que yo aún te sueño besándole el cuello, compartiéndole un beso en secreto, contándole un cuento que yo te conté hace tiempo. Imitando mis gestos en otro lienzo, borrando los besos que tatué en tu sexo. Penetro el espacio en el que no estás y tú a lo lejos con otro de placer gritaras. Me revuelco en mi soledad con las sabanas me intento ahorcar. Otra canción te van a dedicar, pero ésta que te canto jamás la podrás escuchar.  No la pienso volver a cantar, pues tú nunca la entenderás. Se trata de un poema que no se escribió, donde se esconde el verdadero amor. Debo cambiar de letra para vivir de otra manera, me vuelvo analfabeta escribiendo tanta mierda. Se me traba la lengua cuando quiero decirte lo que me inquieta. ¿Es verdad que no me piensas y que tú ya no me interesas? Que tu vida no imagino conmigo, te has desaparecido de mis escritos, se bifurcaron los caminos, se pierde el sentido. Busco razones de por qué te escribo, Tú anónima y Yo fugitivo.    

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