ante el Infarto

A veces me dan ganas de decir sólo frases pesadas, cosas como: brutal existencia, resucito cuando (por completar), estoy vivo lo sé, no me importa realmente, no acusen, ni siquiera yo esperé algo de mí, lo soy todo y demás..

Ahora que he perdido de seguro a quien intentó mirar un poco esto, tengo que decir: Te pienso, te pienso,..

Te pienso, te pienso

Te pienso y qué fácil es perder la cabeza, pierdo muchas cosas, pierdo las ganas y a veces la paciencia, la confianza y el miedo, en especial éste último me asombra cuando lo pierdo, quedo abatido de confianza, de seguridad ajenante. Yo no sé si después de que unx pierde el miedo siente algo, por mí lado sólo podría definirlo con otras experiencias sensoriales cercanas, como una dibujo a retazos. Cuando me termino un chocolate pierdo el miedo del momento en que se acabe. Cuando eyaculo pierdo el miedo de venirme, cuando salto de un precipicio y voy hacia el centro de la tierra, cruzando sólo el aire que nos separa, pierdo el miedo que está antes de la acción de lanzarme. Tal vez con la muerte sea igual y perderé el miedo de morir cuando muera, si es que puedo temer después de la muerte.

No recuerdo si tuve miedo de amar cuando amé, no conozco bien si fue amor y si hay algo que temer, son límites difusos, pero más confuso llega a ser quererte, siento pánico de no saber quererte y ansiarlo, miedo de querer algo que no se entiende, de desear ir donde no se conoce a lo mejor ni existe ¿Cómo se desea la nada? ¿Cómo se añora un tiempo que no fue? ¿Cómo se esperan más cuentos en el fin de los tiempos? Yo apunto a coordenadas imposibles, mi dirección está más coordenadas de las que existen. Si pintara usaría gamas extras de colores imperceptibles para los ojos naturalmente, si creara música haría sonidos ultra o infra, si danzara desearía quebrar mis huesos, romper ligamentos, desgarrar músculos, alcanzar el infarto. Mátame porque me muero.

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